domingo, 24 de marzo de 2013


 Rafael Conejo Lama

Democracia, la utopía de nuestros tiempos. Y digo yo….

Cuando murió Franco, yo tenía cinco años, y obviamente, viví una situación que recuerdo muy lejana, el proceso de un cambio que llenó de felicidad a muchas personas, y a otras una resignación nostálgica sobre una etapa que se les iba de las manos.

 Durante los años que siguieron, desde 1978, cuando se vota la constitución y empieza realmente un proceso transicional hacia una Democracia consolidada,  se crean realmente las simientes para una dictadura vigilada.
En 1981, se ve claramente, como hay una sociedad Española, resignada a ese cambio, un Golpe de Estado frustrado, afortunadamente no tuvo mayor ECO, que el de la propia historia.

En este Ítem del tiempo se afianza la Democracia, el sufragio, la participación social.
Y ahora  pienso…….que gran utopía.

Estamos peor que tiempo atrás, hemos cambiado para sostener a las grandes empresas especuladoras, financieras y bancarias, que nos han llevado a un modelo de crisis insostenible para el bienestar común y con una perspectiva negativa para la recuperación.

La culpa no es de todos, pero hemos participado en ella. Hemos participado en la medida que nos dejamos influenciar por la convicción de una vida mejor, con más posibilidades, la verdad que supieron vender, y nosotros no supimos comprar, lo hicimos, por la genética hereditaria de lo descrito en estos párrafos, salir de un proceso de necesidad social y convertirnos en un modelo de progresión.

 La Democracia Utópica, que rodea nuestra existencia, porque claro, no deja de ser una Democracia, que al menos deja expresarnos, y que obviamente por algún motivo nos condiciona la libertad al mismo tiempo de vivir esclavos de unas leyes que nos perjudican más allá de lo constitucionalmente establecido.

Y digo yo, que la Carta Magna, nos da derechos fundamentales y obligaciones, que la leyes parecen no respetar, y  digo yo, por que dichas leyes contradicen la primera y fundamental de ellas…

Por ejemplo, derecho a una vivienda digna, derecho y deber de trabajar, y aquí me paro, ya que estos dos puntos de la Carta Magna dan para escribir la utopía más grande que nos podamos imaginar en referencia a los acontecimientos que se están viviendo en nuestros días.

Los desahucios, el paro, la corrupción, la ambición de varios partidos condicionados por la banca para controlar y tener más poder, para enriquecerse….

Es digno de cualquier película que narra las peripecias de los tiempos de  Locksley, en los que la sociedad era esclava del Reino….

También, y es una realidad social, hemos despertado, reaccionado, al menos algunos, para que todos tengamos una oportunidad de refrendar lo que es de Justicia.
Nuestras casas, Nuestros Derechos Fundamentales, y sobre todo que no abusen de ello con toda la impunidad  de esta Democracia Utópica, ….que ni nombrar se merecen, por que harían que colapsáramos las palabras de la descripción y la riqueza de Vocabulario libre y estructurado, por el cual, nuestra rebelión social se está llevando a cabo.

Y digo yo, deberíamos seguir luchando por la palabra, sin asociarnos a Sindicatos, ni partidos, que están manipulados y corruptos, que viven de mi dinero, y de vuestro dinero, para pisotearnos y humillarnos.

Pero la verdadera libertad diría Miguel de Cervantes en el Quijote:

La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierran la tierra y el mar: por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida.

Por eso debemos reivindicar que verdaderamente nos representen en un Parlamento Social,  con verdades cercanas, con la realidad al frente de la necesidad del Verdadero Ciudadano, el de a pié…..

Y digo yo, democráticamente, que ya está bien de esta Utopía.
Os dejo una Rosa a la esperanza …..



Por Rafael Conejo Lama.